Constantemente se habla acerca de que la literatura te abre las puertas de la creatividad y que, las personas que leen demasiado tienden a saber más y expresarse aventajadamente. En general, se especula que leer libros te ayuda a pensar mejor. Tal vez sea así.
Hay unos libros de los que puedes aprender más que otros, pero hay otros que recordarás por mucho más tiempo, incluso si no aprendiste nada nuevo. Hay libros cuyo único objetivo es hacer que aprendas cosas nuevas; otros libros cuyo objetivo es entretener; otros cuyo objetivo es hacerte sentir algo y finalmente otros libros cuyo sólo propósito es decorar un espacio.
Ocasionalmente uno se topa con otro tipo de libros, uno que recién comenzaré a explorar: aquellos libros para NO pensar.
Son libros que toman decisiones por ti. Decisiones triviales, pero decisiones al fin.
Así como lo lees, estoy segura de que hay una sección específicamente para estos libros en toda librería que se respete.
Mi ejemplo de libro para no pensar que comenzaré a explorar es uno llamado “365 menús”. Su contenido no es sorpresa. Son 365 menús, uno para cada día del año. Este libro es para no pensar porque te ofrece menús balanceados y completos para cada día sin necesidad de hacerte la frecuente pregunta “¿qué voy a comer hoy?”.
¿Habrá platillos que no me gusten? Sí y quizá de ninguna otra manera los habría conocido.
Idealmente, la decisión de tu alimento está dada por un libro que te dice exactamente qué hacer y cómo hacerlo. Releva también la presión de hacer el súper, que se reduce a la nimia tarea de leer todos los ingredientes de la semana y asegurarse de tener todo lo necesario en cantidades suficientes.
¿Habrá platillos que no prepare de manera adecuada? También. Ahí tendré que activar mi pensamiento para buscar comida en otro sitio. ¡Que molesto y que audaz!
Definitivamente no cocinaré diario, la mayoría de las recetas son en porciones que sirven a 4 personas, así que haciendo la mitad, podría comer un par de días (en teoría). Sin embargo, la angustia por no saber qué comer es una incógnita que podré dejar de lado el resto de los días del año. Espero.
¿Le dejaré la decisión de mi alimento a una editorial aleatoria que no conozco? Sí, claro. Con gusto.
Adecuar la sistematización de decisiones en mi vida no es algo nuevo. Hace unos años decidí usar un solo modelo de aretes, variando los colores dependiendo del resto del atuendo. También me decidí por el mismo modelo de calzado con la misma variante colorida (pueden leer mi entrada Converse). Y decidí, que en la medida de lo posible, utilizaría jeans cotidianamente. Lo cuál relega la incertidumbre “¿qué me voy a poner hoy?” a decidir sólo un color y adaptarme a él.
Utilizar un libro para no pensar en temas alimenticios es un pequeño paso para la humanidad, pero un gran paso para una Thelma.
¿Ustedes han utilizado libros para no pensar?, ¿Lo intentarían?
¿Han sistematizado de alguna manera decisiones de su día?
¿Cómo lo han hecho?
¡Cuéntenmelo todo!
Thelma 🙂
Thelmaniaca's 
En respuesta a tus preguntas 🙂
i) No, pero en definitiva lo intentaría. Que buen tip me has dado.
ii) Sí, justo es sobre comidas, no recuerdo cómo pero una vez (hace no mucho) me encontré con un video en el que utilizando Notion podías planear tus comidas. Esto es bien interesante porque en cada receta la lista de ingredientes puede estar conectada con la lista de la despensa, así al planear tus comidas generas una lista automática de todo lo que te falta. Evitas que se te olvide algún ingrediente y te ahorra un chorro de tiempo. Además con una extensión de Chrome puedas enviar cualquier receta que te encuentres en Internet a tu Notion (algo así como Mendeley cuando encontramos un paper y lo queremos para nuestras referencias, esto es algo que también he automatizado para la tesis). Te manda el procedimiento tal y como viene en la receta, los ingredientes e incluso la imágenes.
Me gustaMe gusta
¡Que increíble es la tecnología! He escuchado de algunos refrigeradores que ya pueden identificar tus alimentos e incluso puedes agregar la fecha de caducidad de cada cosa para que te de recetas con los elementos que estén más próximas a perecer y así evitar que se te echen a perder cosas. Una locura.
Me gustaMe gusta